jueves, 31 de mayo de 2012

Luz cálida

Se acerca, se nota y se siente... 

Poco a poco el sol llena los huecos fríos que dejó el invierno. La luz que desprende ilumina cualquier cosa embelleciéndola.
Para aquellos que disfrutamos la proximidad del mar, esta época es un gran regalo. Bajar a la arena, y notarla entre los dedos del pie, aún un poco fría, pero es cuestión de días. Te hace cosquillas, pero a medida que te acercas a la orilla se endurece y se nota más húmeda... 
Por fin, en la orilla nos acompaña el agua salada que nos recuerda tanto al querido verano. Pero, hay un pequeño detalle que lo cambia todo; el truco está en cerrar los ojos y sentir la brisa acariciándote la cara y peinándote los cabellos, o más bien enredándolos, pero merece la pena. Cuando te sientas relajada, se forma un silencio descomunal, en el que solamente se presencian los chasquidos de unas olas pequeñas muriéndose a las orillas de tus pies. Sí, el mar está en calma, como tú. El sol, que poco a poco se esconde para fundirse con el mar, sigue iluminando tu cara y sus vagos rayos todavía calientan y hacen que la brisa sea refrescante y agradable.
Sin embargo, lo que realmente hace que este momento sea inolvidable, es el hecho de que mi mano derecha siente la piel cálida de tu mano izquierda, que pone fin a este silencio sin necesidad de rellenar con un "Te quiero".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te gusta el blog?